Con el siglo XXI y el arribo de la globalización, las rutas marítimas pasaron a ser protagonistas de un intercambio comercial que creció en forma exponencial, poniendo nuevamente en el orden mundial la necesidad de contar con Marinas capaces y polivalentes con vigilancia oceánica.
El Estado de Chile, posee un área de responsabilidad de 26,4 millones de kilómetros cuadrados en el Océano Pacífico, en los cuales tiene responsabilidades de búsqueda y salvamento; y resguardo de la soberanía Nacional. Dentro de ese mismo espacio físico existen áreas marinas protegidas, en la cual es necesaria una labor activa de prevención de la pesca ilegal y protección del medio ambiente; asimismo, existen rutas comerciales por donde circulan naves mercantes y pesqueras de diferentes banderas, algunas de ellas realizando actos ilícitos como el tráfico de drogas, armas, personas entre otros.
La Autoridad Marítima es el organismo de la Armada de Chile que tiene por misión, cautelar el cumplimiento de las leyes y acuerdos internacionales vigentes, para dar seguridad a la navegación, proteger la vida humana en el mar, preservar el medio ambiente acuático, los recursos naturales marinos y fiscalizar las actividades que se desarrollan en el ámbito de su jurisdicción, con el propósito de contribuir al desarrollo marítimo de la Nación.
La Autoridad Marítima le entrega a la Dirección de Seguridad y Operaciones Marítimas la tarea de monitorear y fiscalizar el territorio marítimo y el área de responsabilidad de búsqueda y salvamento.
Esta tarea se divide en dos entidades que las realizan, el Servicio de Búsqueda y Salvamento Marítimo (MRCC – CHILE), que tiene la misión de mantener un panorama de superficie actualizado de la posición de las naves en el área de responsabilidad de búsqueda y salvamento marítimo (26,4 millones de km2) y el Departamento de Control de Tráfico, quién debe mantener un panorama de superficie en el área de jurisdicción de la Autoridad Marítima, con el objeto de velar por la seguridad de las personas en las naves e instalaciones portuarias, y prevenir y detectar la comisión de ilícitos, intercambiando la información relativa al movimiento y actividad de las naves con otros países.
Ambos brazos de la Autoridad Marítima construyen y analizan el panorama de superficie de forma conjunta, utilizando las mismas personas y plataformas para ambas actividades.
Para lo anterior, existe un Sistema donde confluyen todos los datos existentes de naves que transiten en el área de responsabilidad de Chile. El Sistema de Información Geográfica (Grafimar), involucra una serie de herramientas que al momento de interactuar generan un panorama de superficie marítimo, "una visión global" de lo que está pasando, desplegando gráficamente distintos escenarios en forma dinámica y en tiempo real. Estos datos integrados son vitales, algunos son ingresados automáticamente, mientras que otros datos son ingresados de forma manual por los operadores del sistema.
Tener el panorama de superficie marítimo es fundamental para la toma de decisiones ya que permiten el intercambio de información con entidades similares de carácter internacional, facilitando la identificación de naves de interés que puedan representar situaciones de riesgo o amenazas para los intereses marítimos nacionales como las "amenazas emergentes", entre las que se pueden mencionar el tráfico ilícito de drogas, de armas, la piratería y el terrorismo.
Este esfuerzo no tendría el resultado deseado si no se cuenta con el compromiso de los usuarios marítimos ya que esta información nutre al Sistema de Mando y Control Marítimo. Los sistemas de geoposicionamiento más utilizados son: "AIS" ("Automatic Identification System") un dispositivo automático de identificación de las naves; el "VMS" (Vessel Monitoring System) es utilizado para las embarcaciones pesqueras; el Sistema Semi automático "LANTANO" que permite la identificación y seguimiento de buques durante la navegación en ciertas áreas; el "Sistema Manual de Reporte Voluntario" de las embarcaciones que navegan fuera de las aguas jurisdiccionales, que sumadas a los vuelos de vigilancia oceánica y el patrullaje de las unidades a flote, permiten aunar las fuerzas para resguardar la seguridad de la vida humana en el mar, a los que se suman el "LRIT" (Long Range Identification System" desarrollado por la Organización Marítima Internacional e Inmarsat, y los mencionados AIS que ahora pueden ser llevados a bordo de satélites orbitales de baja altura.
La construcción del Panorama de Superficie Marítimo, consistente en la correlación de datos e informaciones entregadas por las diferentes fuentes disponibles, determinando la ubicación, identidad, actividad y posible intención de movimiento de una embarcación, facilita el proceso de planificación y posterior toma de decisiones con información útil y actualizada.
En esta tarea, resulta gravitante el trabajo de análisis del personal, el cual, sustentado en su experiencia y conocimientos, pueden identificar datos o situaciones que no son advertidas por los sensores electrónicos o satelitales con que cuenta la Autoridad Marítima, dando una lectura adecuada que permite adelantarse a posibles escenarios. De esta manera los operadores y analistas que construyen el panorama de superficie marítimo monitorean de forma constantes las actividades anómalas de las naves en el área de responsabilidad nacional.
Dentro de las actividades que se monitorean están los comportamientos anómalos de las naves en el área de responsabilidad nacional. Se considera un comportamiento anómalo cuando:
- Aquella nave, que debe navegar de forma continua e ininterrumpida desde el punto de ingreso hasta su destino, cambia su rumbo y velocidad.
- Aquella nave detenga su andar sin informar sus motivos.
- Aquella nave que cambie de ruta
- Aquella nave que abarloe a otra (se junte con otra).
- Aquella nave deje de emitir con sus dispositivos de posición, como por ejemplo AIS.
Se monitorean estos tipos de comportamiento ya que, usualmente, están ligado a actividades ilegales como, por ejemplo: pesca ilegal, narcotráfico, transporte de ilícitos o migración de personas.
Actualmente el Sistema de Información Geográfico (GRAFIMAR), no permiten el procesamiento de información en forma sistemática y automatizada con la finalidad de producir alarmas, alertas u otros relacionados al comportamiento anómalo de naves.
Los comportamientos anómalos son detectados por los operadores y analistas del MRCC y el Depto. de Control de Tráfico. Esos servicios se cubren 24 horas al día, 7 días a la semana, teniendo puestos especializados de guardia, que están compuestos por:
Operador, encargado de ingresar los buques e información al sistema GRAFIMAR.
Supervisor, encargado del análisis del panorama (en horario hábil es realizado por un analista especializado).
Operador alerta de tsunamis, encargado de informar en caso de que se produzca una alerta de tsunami para las costas de chile.
Posicionamiento Satelital, encargado de verificar las embarcaciones realizando pesca.
Jefe de Servicio, tiene el control de las actividades en general, él es la persona a cargo del funcionamiento de la guardia.
Esta guardia está a cargo de monitorear un promedio de 300 naves de forma permanente, considerando que en época de pesca son en promedio 500 buques, a lo largo de los 26,4 millones de kilómetros cuadrados. Además, no sólo están preocupados de detectar comportamientos anómalos, sino que también realizan otras actividades como la verificación de buques con posible emergencia en la mar, o pesqueros dentro del territorio marítimo. Por lo que, el monitoreo es poco efectivo para detectar todos los comportamientos anómalos, generando posiblemente un escenario favorable para el aumento de las actividades ilícitas.
La Autoridad Marítima requiere poder detectar comportamientos anómalos de naves mientras se encuentren en el área de responsabilidad asignada al Estado de Chile, con el objeto de evitar la realización de actividades ilegales en el territorio marítimo Nacional.